viernes, 20 de marzo de 2009

requiem a las azoteas


Brisa fresca que entra por la ventana y mueve la cortina como los gestos de las madres que regañan a sus hijos. Es época de nubes pasando desapercibidas, desviando la mirada para no ver a ese pariente molesto, confundiéndose las unas con las otras, o disimulando de pura vergüenza. Y es mentira que rasquen su barriga las antenas de televisión ya que las nubes viajan alto y aunque no fuera así las antenas no sirven para ir rascando barrigas cunilímbicas, que dirían ellas. Salvar a algún niño travieso de una caída desde la azotea, para eso sí. El niño candoroso que se asoma para ver los pechos incipientes de la vecinita de enfrente y se imagina que saben a flan, abre la boca grande y los aspira de una bocanada. Uno, dos. Dulce vecinita. Benditas antenas de televisión.
Álvaro mira por la ventana. Es raro que aún no haya empezado a llover. Una gaviota aventurera traza círculos en el cielo y se deja llevar por las corrientes de aire. Las otras chillan desde sus escondites como bebés hambrientos. Se fija en las antenas de televisión, y se imagina equilibristas andando por los finos hierros y gimnastas dando vueltas como si de una barra fija se tratasen. Con la televisión por cable y todos esos avances tecnológicos incomprensibles, pronto llamarán a nuestros timbres los chatarreros mintiendo y exclamando ¡correo comercial! para robarnos nuestro horizonte oxidado. O, en el mejor de los casos, en un futuro se consideren un objeto de coleccionista y le hagan uno de esos grupos de nombre absurdo en el facebook. Digámosle adiós, pues, a la fotogenia de las ciudades y sus miles de peinetas metálicas inservibles.
(fuckin TDT... donde esté el ruido de un viejo televisor)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

requiem tambien a las antenas que se transforman en langostas danzarinas en las noches de luna llena , al ritmo de las estrellas, yo las vi ............

xavi dijo...

quedamos una noche, y traete un algo de lo que te habías tomado please!!